Aurora Molina (Directora), José Luis Navarro (Coordinador de Pastoral de la Obra), Antonio Crespo (Coordinador de Actualización Pedagógica-Pastoral) y Carlos Díaz-Oliver (Coordinador de Comunicación Social y Marketing Educativo) han acudido han acudido a la cita para formarse en claves de comunicación durante 3 intensas jornadas.
El presidente de Escuelas Católicas (FERE-CECA y EyG), Juan Carlos Pérez Godoy, junto con la directora de XIV Congreso, Victoria Moya, clausuraron el encuentro educativo que ha reunido durante los días 16, 17 y 18 de noviembre a más de 1.600 educadores, directores, titulares y miembros de la escuela católica, y en el que se ha demostrado la importancia de hacer una comunicación emotiva que cale y se adapte a las necesidades de nuestros alumnos y de nuestro tiempo.
En sus palabras, Pérez Godoy hizo un completo resumen de los tres días de Congreso. Desde la alegría y la “Verdad con mayúsculas que nos hace libres” a la emoción que experimentamos a través de la música vocal y la percusión. Habló del renacimiento de la comunicación que nace de la escucha del alumno, porque “la primera emoción surge en el corazón del educador al contemplar en silencio a cada alumno”.
Aseguró que la mejor “marca” es la que te da la capacidad de fascinar, como la Palabra verdadera del Evangelio que brilla; y que como cristianos y testigos de Jesús somos transformadores del mundo, en una humanidad nueva que pone en el centro a la persona, como pescadores que echan “nuevas redes” que son contexto para expresar y recrear la experiencias de la fe, tejida de veracidad, integridad, credibilidad, autenticidad y lazos de amistad.
Recordó que “no solo es importante saber decir las cosas, sino también tener tanta pasión por lo que haces que no puedes dejar de compartirlo”. Compartir historias, “qué bello espacio el aula para construir historias”, afirmó.
Y no olvidó recordar una de las frases más repetidas durante el Congreso: “todo comunica”. Por ello insistió en la necesidad de “estar en medio de los alumnos aprovechando los nuevos lenguajes, pero sobre todo el que ellos mejor entienden, el del corazón, porque es el lenguaje que más emociona”.
Por su parte, Victoria Moya, directora del Congreso, insistió una vez más en la necesidad de crear nuevas formas de comunicación que se adapten a los nuevos tiempos que vivimos. Para ello abogó por “una comunicación institucional, interpersonal y personal que sea capaz de conmover y que al rascar deje poso de trascendencia y no se limite a sentimientos planos; que llegue al receptor sin renunciar a principios que definen al emisor; que me permita conocer a otros distintos a mí sin dejar de ser yo mismo” . Lo quiero para mi, para nuestros alumnos e instituciones”. “Si me emociono lograré emocionar a los otros. Emociónate y emocionarás, pero con cabeza”, concluyó.
Citó además algunas cifras de la difusión del Congreso a través de medios digitales: 1.600 descargas de la app; casi 40.000 visitas a la web; tendencia con #CongresoEmociona y en muchas de nuestras ponencias en Twitter; casi 300 fotos subidas a Flickr; casi 200 visitas de las presentaciones en nuestro canal de Slideshare; y más de 8.000 visualizaciones de nuestra retransmisión desde 25 países diferentes.
Recuperar la emoción de Jesús
El último día del XIV Congreso de EC comenzaba con la Eucaristía presidida por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, que contó con las voces de los niños del coro del Colegio Santa Teresa de Jesús de Oviedo. Durante su homilía, el Arzobispo recordó cuántas emociones experimentó Jesús durante su vida y cómo las transmitió a través de la Biblia: la ternura, la bondad, la verdad que nos hace libre, la paz que levanta puentes, la misericordia que nos regala perdón, la gratitud, la fe, el amor fraterno que hermana, la esperanza…
Aseguró que “nuestro mundo vive apagado por emociones falsas que nos hacen tibios y que no se corresponden a la verdad que el corazón nos exige”. Por ello, constató la necesidad de recuperar la emoción de Jesús, “esa emoción de conmueve y nos despierta a lo bello y bondadoso”. Ante los educadores presentes, invitó a la escuela católica “a afrontar el reto de saber emocionar como quien posibilita el encuentro con Dios que cambia la vida”.
Últimas ponencias de Emociona
El bloque sobre la comunicación familia-escuela se completó incluyendo al actor principal del entorno educativo: el alumno. Para ello la jornada de ayer viernes permitió a los asistentes vivir y compartir emociones e historias como “La historia de Jan”, una película grabada por un padre durante los primeros seis años de vida de su hijo con síndrome de Down.
Sus protagonistas, Bernardo Moll, padre de Jan, Miren Josune García, directora pedagógica del Colegio María Corredentora de Madrid donde estudia Jan y con el actor principal, Jan, demostraron que los sueños se pueden hacer realidad; también que es necesario dar visibilidad a las personas con discapacidad; y que para lograr historias de éxito como esta la comunicación familia-colegio, la confianza y empatía son claves pero, sobre todo, como resume la madre de Jan en una frase, que “el amor genera amor”. Eso es precisamente lo que Jan y su familia transmitieron ayer a las personas reunidas en este congreso: amor y una historia emocionante que emocionó a todos.
El broche final de la segunda jornada lo puso Sewa Beats un grupo que combina la percusión africana tradicional con las técnicas educativas del siglo XXI y que logró con su ritmo que las 1.600 personas interactuaran, bailaran, cantaran y vivieran una experiencia única, dinámica y divertida.
Hoy sábado, Javier Ceballos, experto en comunciación y emociones y asesor de comunicación y socio de las empresas InfoJC e Impact Hub Vigo, encabezó las ponencias de la jornada final del Congreso Emociona retomando el argumento que pone en el centro de la comunicación al alumno. En ella definió la docencia como “creer en el alumno y encontrar el sentido de las cosas”. Utilizando la pasión como el valor a inyectar en las aulas, Cebreiros apeló al sentido educativo de los asistentes diciendo que “las expectativas que tenemos sobre nuestros alumnos marcarán los resultados que obtenemos”. Concluyó su discurso ante más de un millar de profesores afirmando que la “pasión por educar no tiene competencia, marca la diferencia” y pidió a los profesores que se dirijan más “hacía la plenitud que hacia el éxito”.
A continuación, Daniel Pajuelo, religioso marianista, sacerdote, profesor del Colegio Amorós de Madrid, rapero y Youtuber, explicó cómo decidió asumir el reto de evangelizar desde Youtube para cubrir el vacío de la Iglesia en el canal y acercar la experiencia de Dios a los no creyentes y escépticos. Confesó que la experiencia no está exenta de problemas. Al sacrificio por las horas de producción de cada vídeo, se unen la alta exposición y las críticas ofensivas, aunque aseguró que continuará, porque “la paz que tengo para llevar esto viene de la mano de Dios”.
Por último, el actor y cantante “El Langui” habló de la campaña “Se buscan valientes” como un ejemplo de cómo remar todos en la misma dirección para luchar contra el acoso escolar, así como de la importancia de observar a nuestros hijos fuera de su zona de confort; y de escuchar y comunicarnos con nuestros alumnos. Pero sobre todo, abogó por la música como espacio de comunicación porque “la música puede llegar a lograr que los niños se liberen, expresen lo que tienen dentro y se sientan útiles”. Y con música terminó su intervención interpretando el rap con el que se identifica esta campaña centrada en el respeto, esfuerzo y compañerismo para buscar “valientes” que luchen contra el acoso.
Redacción: Escuelas Católicas