El hijo de una de las madres era piloto militar; ha sido abatido.
Desde el inicio de la invasión de Ucrania fueron acogidas tres familias ucranianas.
Atrás quedaron los maridos y los varones en edad militar. Uno de esos hijos que quedaron para defender el país se llamaba Taras; tenía 26 años y había contraído matrimonio hacía poco. Su padre y él eran militares de profesión; el hijo, piloto militar.
Hace pocos días le llega a la madre una noticia: su hijo, el piloto, ha sido abatido, muriendo a causa de ello. En Valencia cogen un avión hasta Varsovia; allí les espera el padre.
El sábado pasado tenía lugar el entierro; todos desolados.
Un episodio de los muchos que están dándose.
Juan Pérez González
Salesiano