Para que nuevamente, sobre los hombros de sus costaleros, visite su Alicante querida.
El sueño de volver a procesionar se ha cumplido: sobre los hombres de sus costaleros, no sobre ruedas, como siempre fue el sueño.
Hecha ya buena andadura de la noche de este Jueves Santo, finalizaban los cuatro pasos de la Hermandad su recorrido; cansados, pero satisfechos de haber acompañado al Nazareno y su madre, mostrando historia y dolor que, para nosotros, se ha convertido en esperanza.
No se han cansado los alicantinos de salir a las calles a ver pasar su Santa Cena; este jueves han abarrotado las plazas y calles manifestando cercanía al nazareno y sus portadores.
Siempre habrá hombres, mujeres y jóvenes que se aferraràn a los varales de los pasos; siempre reflexionarán ante el palacio diputacional haciendo pùblicos sus sentimientos y convicciones, siempre mostrarán el emocional encuentro entre Madre e Hijo que harán público ante el inmenso público presente.
De aquí, desde el acto reflexivo hasta el final mediará un largo espacio, quizá simbolice todo ello la vida misma, compendio de acción y reflexión, con hondura.
Juan Pérez González
Salesiano