En respuesta a la llamada de los vecinos de Dolores acuden muchachos y muchachas del colegio Don Bosco.
Son sobradamente conocidos los destrozos que la gota fría ocasionó en las distintas poblaciones de la Vega Baja alicantina y otras muchas zonas.
Faltaban manos que atendieran las solicitudes de ayuda de tantos y tantos vecinos que han sido dañados en sus enseres domésticos y fincas de labor.
De los propios alumnos mayores del colegio surgió la idea de acudir y prestar ayuda en aquel lugar que los ayuntamientos consideraran necesario.
Y asì hicieron; acudieron en ayuda de un matrimonio que se sentía incapaz de eliminar los destrozos ocasionados por el desastre.
Ha sido un gesto testimonial, porque continúa la ayuda de muchas manos para devolver la situación de tantas poblaciones a su estado original.
Redacción: Juan Pérez González, salesiano