María, José y el Niño, junto a representantes de aquellos que tuvieron algún protagonismo en el nacimiento, están presentes.
Han llegado los días previos al Misterio navideño y el Belén viviente ya está instalado en los jardines del colegio.
Una presencia plástica para que toda la muchachada, niños y mayores, chicos y chicas, padres y visitantes puedan revivir los «hechos» que se conmemoran y puedan ser imaginados estos acontecimientos a traves de las caras de niños y niñas alicantinos, y con animales de diversas especies que también debieron ser testigos -a su manera animal- del acontecimiento que viró el rumbo de la historia hacia la comprensión y la solidaridad…
Para cuantos se empeñen en seguir en el entorno del «personalismo egoísta», por sus exclusivos fueros deplorables, este Belén es un pequeño signo de sentido contrario.
Los más pequeños se quedan sorprendidos, trasladados a su natural fantasía y para los muchos nuevos y mayores el Belén viviente expresa un alarde de realismo hermoso y pleno de fantasía.
Aquí está instalado un Belén traducional, humano, lo más parecido a aquello que es la Navidad para que todos puedan verlo y vivirlo. ¡Estamos en la Navidad 2018!
Redacción: Juan Pérez González, salesiano