Sucedió en Annecy, patria pequeña de S. Francisco de Sales.
Ocurrió a principios de junio en la tranquila ciudad de Annecy, patria pequeña de San Francisco de Sales. En un parque infantil, un hombre de 31 años esgrimió un cuchillo y comenzó a apuñalar a niños pequeños que jugaban tranquilamente provocando los gritos de horror de sus madres y cuidadoras. La escena era dantesca. Sorprendentemente, un joven de 24 años que pasaba por allí increpó al agresor y le hizo frente. El joven tenía una mochila pesada en la espalda y sostenía otra en la mano cuando el atacante lo acuchilló también a él. Pero a pesar del cuchillo y la agresividad escalofriante del atacante, el joven herido continuó persiguiéndolo hasta dentro de un patio de juegos infantiles y luego salió del parque nuevamente, cargando sus mochilas todo el tiempo. Arrojó una de las mochilas al agresor en un momento y luego volver a levantarla para dar otro golpe.
Todos coinciden en decir que la actitud arriesgada y valiente del joven fue decisiva para evitar males mucho mayores. El mismo presidente Macron fue a saludarle y agradecer su heroico gesto. Empezaron a hablar entonces del “héroe de la mochila”, del joven que se había jugado su propia vida para proteger la de unos niños. Pronto se supo quién era el “héroe de la mochila”.
Su nombre es Henry, tiene 24 años y es un scout cristiano francés. En su tiempo libre peregrina para visitar las 280 catedrales católicas de Francia. Preguntado por lo que sintió en ese momento, Henry dijo que había sentido “una fuerte fuerza dentro de él que lo empujaba a actuar. “Me dejé guiar por la providencia y la Virgen María. Dije mi adiós. Ellos decidirían qué pasaría”.
Ciertamente emociona comprobar que la fe cristiana impulsa a muchos jóvenes a vivir actitudes de entrega heroica por los más desfavorecidos. Aunque hay quien cree que la fe se reduce a actitudes conservadoras y superadas, lo cierto es que en muchas vidas la fe se convierte en el motor de la generosidad, la entrega y la donación.
Basta con echar ahora una mirada alrededor. Nos encontramos a cientos, miles de jóvenes con mochila que se convierten en monitores y monitoras en colonias, campamentos, travesías, centros y plataformas diversas para ayudar desde la educación a que niños y adolescentes se diviertan y den sentido a sus vidas.
(de la página salesianos.edu)
Juan Pérez González
Salesiano (extracta la noticia)