Una espléndida celebración, recordando el 65 años de la coronación de la imagen.
A la solemne Novena, finalizada el día de ayer, este lunes acogía el día grande de María Auxiliadora: parecía un día de fiesta solemne; todo el templo se vio «ocupado» por todo el posible aforo permitido por el estado actual de cosas.
Como en días anteriores la IMAGEN «seguí ocupando» un lugar preeminente»; contemplando a los «amigos» que cada día se daban cita para recordarla y suplicarla.
Hacían hoy también acto de presencia todos los Grupos que mantienen lazos de familia con el entorno de María Auxiliadora.
Rosendo, director de Salesianos-Alicante, con toda la Comunidad salesiana, presidieron la la Celebración.
Todo fue celebrándose según la normalidad de estos solemnes acontecimientos; la sorpresa la constituyó cuando el párroco, José Antonio Aguilera, leyó las crónicas de cuando allá por el año 1995, en la escalinata frente al inspituto Jorge Juan fue coronada la imagen de María Auxiliadora… Por aquel entonces -leía- un muchacho de 14 años, Bonmatí, portaba la corona con la que Monseñor Barrachina coronaría a Maria Auxiliadora.
Este mismo muchacho hoy, 65 años después, portaba la misma corona restaurada para que el presidente de la celebración volvería a ponerla sobre la cabeza de María. Un espontáneo y sentido aplauso resonó mientras se coronaba a Madre e Hijo.
La «Fiesta» finalizó con un castillo de fuegos artificiales despidiendo los actos y dando fe de lo que continúa significando María Auxiliadora en la ciudad alicantina.
Redacción: Juan Pérez González, salesiano