El templo parroquial de María Auxiliadora, lleno con todas las medidas reglamentadas.
La celebración fue solemne, emotiva, familiar; muchas personas se habían dado cita para asistir al acto de los tres sacerdotes celebrantes de sus Bodas de Oro sacerdotales.
Toda la Comunidad de Salesianos participó desde el presbiterio en todos los gestos realizados en la ceremonia.
Han sido muchos años los vividos, especialmente por Pepe Lafuente, en medio de la feligresía que hizo acto de presencia.
Cincuenta años de sacerdocio no pueden resumirse fácilmente; ante su recorrido no cabe otra alternativa sino de dar gracias a Dios por la perseverancia, por el bien hecho a través de sus gestos, sus palabras, de todos los signos vitales durante tantos años.
Se palpaba el afecto y cariño de la feligresía; era una sentida manera de agradecer la labor pastoral y vivencia de los tres celebrantes.
¡Que sigáis muchos más años con la ayuda del Señor Jesús y María Auxiliadora!
Redacción: Juan Pérez Gönzález, salesiano