Hasta bien entrada la noche, la Hermandad de la Santa Cena recorrió en testimonio las calles de Alicante. Chicos, chicas, hombres, mujeres -con orgullo- aguantaron con rigor reverencial las más de cuatro horas en su recorrido.
Este pasado 13 de abril desde su sede, la Parroquia María Auxiliadora, inició la Hermandad de la Santa Cena su recorrido por las calles alicantinas, haciendo un descanso-encuentro frente a la Diputación con aires reflexivos y de meditación, expresando ante una multitud que presenciaba el acto y que, respetuosamente, participaba con atención y silencio los ecos de los misterios que estaban siendo significados por los hechos procesionales.
Ya bien pasadas las diecinueve horas, salía de los lugares de su sede parroquial el trono de la Santa Cena; un trono grandioso portado por centenares de costaleros… llevando a Jesús que se despedía de los más íntimos cenando y haciendo el sacrosanto signo del vino y del pan…
Niños con tambores unos, con estandartes otros, significado personajes y figuras de la Semana grande y de los hechos conmemorativos, iban precediendo a todos los pasos…, distintos, pero todos ellos compitiendo en el significado hondo y entrañable que describe la Pasión y muerte del Jesús de Nazaret…
Iban procesionando a la plaza que contempla el hermoso palacio de la Diputación… acompañados por un gran número de señoritas con mantillas, muy jóvenes en su mayoría, y que estrenaba recorrido y compostura que, como jóvenes del entorno salesiano, han tomado parte activa en la Hermandad de este año.
Ante el edificio emblemático de la ciudad, se iban a encontrar el Cristo de la Caída, el Jesús ya crucificado, el Jesús cenando por última vez, con la Madre Dolorosa y Auxiliadora….
Y, desde aquí, vuelta al recorrido hasta su final… solemnes los cuatro tronos, mensajeros del misterio, bien recibidos por los miles de alicantinos que se encontraban a su paso.
¡Honor y loor a la Hermandad de la Santa Cena! que quiere perpetuarse como reverencial recuerdo de esta sublime historia de Jesús el nazareno.