El gozo interior ante la Plaza del Obradoiro ha colmado sus expectativas.
Los cuarenta y tantos caminantes han cumplido el recorrido llenando un paisaje de esfuerzos, soportando lluvias, viento de tono norteño, tantos momentos en silencia retenido, comentarios íntimos con los compañeros de camino…
A los extraños al camino les resulta dificil comprender lo que se siente, las añoranzas, las esperanzas sentidas a lo largo de los kilómetros recorridos, mezcla de sensaciones íntimas.
No será fácil olvidar esta experiencia tan maravillosa, porque El Camino de Santiago ha sido, y sigue siendo, sin duda, la ruta más antigua, más concurrida y más celebrada del viejo continente. Santiago también ha compartido la atracción de los caminantes y andadores de todos los tiempos pero, además, ha creado una ruta, ha hecho cada cual su Camino.
Juan Pérez González
Salesianos