Toda la experiencia, en síntesis, se puede resumir como «el gozo de llegar a Santiago».
La noche en Pedrouzo, en el super albergue, no ha sido muy tranquila. Los nervios del final, sumados a los del fútbol, nos han hecho descansar un poco menos. Pero, puestos en marcha, todo se olvida. Hoy el punto de encuentro es el MÍTICO MONTE DEL GOZO, donde los peregrinos se alegran al ver ya las torres de la catedral.
El ritmo de los grupos es cada vez más veloz; el rodaje, la cura de los pies y las ganas de llegar imprime un nuevo ritmo al camino.
La llegada a Santiago pasa por el ALBERGUE SALESIANO, donde pasaremos la noche. Allí dejamos las mochilas y todo el cargamento de la furgoneta para seguir sin peso a la plaza del OBRADOIRO.
Siguiendo una iniciativa del grupo que hizo el camino con Pablo Antón-padre en el año 1995- un buen grupo va a entrar descalzo hasta la plaza del Obradoiro desde la plaza de Cervantes. LA ENTRADA a la plaza con la visión recién restaurada de la catedral ha sido espectacular y emotiva. Seguidamente el Grupo visita el Centro de peregrinos, la entrada a la catedral y… finalmente, comida en Casa Manolo.
Por la tarde misa del peregrino en gallego a las 18 horas, vuelta por Santiago y sesión de fotos para la historia. Todo vivido en el ambientazo que tiene la ciudad en estos días con la llegada de peregrinos: música en las calles, puestos de venta, restaurantes…
En el Albergue Don Bosco hubo también momento para la fiesta y para la última cena en el catering de la Organización que pone fin a un servicio de seis días de comidas compartidas. Y… a descansar, que el domingo se sale temprano hacia Alicante.
La canción pone música a este momento así: «Me voy de santiago, pero volveré, que buenos amigos encontré y aquí dejé». ¡Hasta el año que viene, Santiago!
Redacción: Rosendo Soler, director de Salesianos-Alicante.