Convivencia plena con presencia de los educadores
Después de dos o tres sesiones de actividades de aprendizaje escolar, todos los alumnos disfrutan de unos descansos para el almuerzo, los ejercicios deportivos, los encuentros entre amigos y amigas.
Las entradas al colegio, los tiempos entre clases, las salidas con espacios distendidos se configuran como un aprendizaje educativo, vivo y efectivo.
Por eso se hace necesaria la presencia de los educadores que, con otros fines más nobles que los de simple vigilancia, comparten estos llamados «momentos de ocio» para el intercambio, las pequeñas conversaciones distendidas, la presencia animadora.
Estas imágenes que se muestran junto al cuerpo de texto que construye la noticia hacen ver la realidad de los «recreos», «espacimientos», «deporte»
Redacción: Juan Pérez González