La dura etapa tuvo su compensación cuando alcanzamos el río Iso con sus aguas gélidas.
La etapa de hoy sin duda ha sido la más dura; a partir de Palas, con nieblilla matutina, fue un buen inicio que se torció al aparecer el Sol.
Salimos con retraso y el calor reinante nos hizo el camino más cansino.
Encontramos también un desvío por obras que nos complicó el trayecto pero el destino final fue bellísimo: Ribadiso da Baixo, una pequeña aldea a la vera Del Río Iso. Parecía inalcanzable, pero llegar fue todo un gozo.
Salimos de Palas a las 7’30 y los últimos entraron en Ribadiso a las 15 h ; el río con sus gélidas aguas ayudó a relajar y reponer el cansancio.
Redacción: Rosendo Soler, director de Salesianos-Alicante
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