Una reflexión añadida a la sobreabundancia de los temores e incertidumbres.
La Iglesia católica sitúa, durante el calendario, un largo periodo de tiempo para la reflexión . Lo designamos con el nombre de «CUARESMA»…
Presenta la realidad de los humanos con cierto pesimismo: nos lanza al rostro «Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás»… Como el dicho está lleno de un realismo descarnado, la liturgia los ha cambiado por el de «Conviértete y cree en el Evangelio».
Y es que, recordando a Jesús, quien vivenció experiencias terribles con el peor de los finales, muerte cruel, llena de sublimes dolores, resucitó a la nueva realidad, no soñada por mente humana.
El hombre lo podrá pasar mal, vivirá calvarios penosos, pero sobre él ondea la misma promesa que en Jesús se hizo realidad.
… Es fácil aplicar lo comentado a las vivencias que la humanidad y los humanos viven de vez en cuando en la historia personal o universal.
El tiempo se inicia con el próximo «miércoles de ceniza».
Redacción: Juan Pérez González, salesiano