La parroquia es la primera instancia en la que la Iglesia desempeña la misión que le confió Jesús. Constituye una gran comunidad de bautizados, “parcela” de la Iglesia universal, en el dinamismo de la pastoral.

Es una comunidad creyente que, alimentando la pertenencia a un ambiente de familia, acoge las diversas vocaciones, carismas y ministerios.

La originalidad de la parroquia y santuarios salesianos.

El celo apostólico de DB por los jóvenes de Turín lo impulsó a crear una parroquia para los jóvenes sin parroquia. En 1887, escribió un reglamento: “Los enfermos, los pobres y los muchachos sean objeto de especial solicitud”. Cabe destacar que la opción por los jóvenes en las parroquias salesianas no es exclusiva o discriminatoria, sino preferencial.

La parroquia se confía a la comunidad religiosa salesiana, que asume las orientaciones pastorales de la diócesis con la riqueza del propio carisma pastoral, crea, en torno al párroco, un equipo de animadores de pastoral parroquial y guía a los miembros de la Familia Salesiana para que sean los primeros colaboradores en el desarrollo del Proyecto Educativo Pastoral Salesiano.