Gran carrera solidaria, homenaje a D. Bosco, comida en familia, tarde festiva
.
Ha sido este, el día con mayor presencia de personas de todo el año.
No había hecho apenas su presencia el sol vivo alicantino cuando los espacios deportivos se vestían con todos los preparativos para la VIII Carrera solidaria.
Colaboradores, monitores, voluntarios de todos los sectores de la Obra salesiana y Hoguera D. Bosco aparecían dispuestos, con sus distintivos, para hacer posible una celebración solemne y digna del deporte.
Los casi 300 corredores iniciaban las carreras de 10 y 5 km. por las calles del entorno del complejo deportivo del colegio don Bosco. Y así todas y cada una de las categorías.
Todas las carreras, desde adultos -algunos cuasiprofesionales- hasta los peques del colegio finalizan la modalidad deportiva con un peculiar remate: enjambre de familias, papás y niños, realizan una simbólica carrera por las pistas deportivas expresando su apoyo al deporte y a la solidaridad.
Igual que otros años, la mañana finalizaba con un recuerdo solemne a don Bosco, a la vez que otros se preparaban las mesas del gigantesco comedor.
La tarde iba a quedar amenizada con la ayuda de los jóvenes de los Centros juveniles y los más jóvenes de la Hoguera Don Bosco. Los hinchables, juegos, y «el túnel del miedo» formaban colas durante toda la tarde para participar en su diversión. «Asombrosa la atracción que las casetas del miedo provocaron en pequeños y grandes.
¡En honor a la fiesta, en honor a don Bosco!, el castillo disparado al aire, con salvas y aplausos!
Juan Pérez González
Salesiano