Villaescusa es una población con mucha historia, tuvo universidad en la época de Cisneros y posee una iglesia que es monumento nacional.
Desde Alicante a Villaescusa de Haro (Cuenca) viaja una veintena de personas el pasado 3 de marzo, fecha próxima al aniversario del fallecimiento de Deo.
Salesianos, profesores, amigos y seis jóvenes universitarios que,en tiempo de cursar Primaria en el colegio, lo tuvieron a Deo como tutor. Han querido recordarle en su pueblo natal y visitar los lugares en donde nació, creció, despertó su vocación como salesiano y ahora descansa junto a sus padres en el cementerio del pueblo, situado en una pequeña colina desde donde se divisa la gran llanura manchega… teniendo como fondo – allá a lo lejos – el célebre castillo de Belmonte.
Después de visitar la tumba y recordar a Deo, el grupo viajero y muchos vecinos de Villaescusa, con su párroco, tuvieron la eucaristía-recuerdo y memoria en la hermosa capilla de las agustinianas.
Después visitaron la iglesia del pueblo con su magnífica capilla construida en estilo gótico isabelino que mandó edificar uno de los obispos nacidos en Villaescusa; toda una joya, por la que ha merecido la iglesia ser considerado un monumento nacional.
En la comida, con toda la familia desplazada a Villaescusa, todo fueron recuerdos, entre los que merece citar los de muchos niños del colegio confeccionando dos álbumes con dibujos alusivos a su cercanía con Deo.
Redacción: Juan Pérez González, salesiano