El análisis de la realidad está condicionando «la lectura del evangelio» que se deben hacer los salesianos.
Cada cuatro años se congregan los salesianos para situarse más adecuadamente ante los desafíos en que la nueva cultura y la realidad juvenil nos interpela.
Este encuentro prepara el Capítulo General que tiene lugar cada seis años.
La razón de estos encuentros es, en primer lugar, señalar la realidad y el conjunto de desafíos de una Inspectoría que quiere mirar el futuro con esperanza. Y, por otra parte, parece importante seguir las indicaciones que envió a los salesianos el Vicario del Rector Mayor a la hora de plantear los capítulos inspectoriales en las diversas inspectorías del mundo salesiano», explicaba el propio D. Ángel Asurmendi sobre un trabajo elaborado con su visión de la realidad, con las aportaciones de las delegaciones inspectoriales y de las comunidades. «Agradezco la participación de todos y en especial de las comunidades salesianas que han contestado con responsabilidad y profundidad». Son palabras que se han pronunciado en estas primeras sesiones capitulares.
También: «Dirijamos la mirada a la misión que tenemos encomendada. Es preciso que en estas circunstancias nos planteemos la vivencia y el sentido profundo de la misma en nuestra propia vida. Y que todo ello nos ayude a definir, abiertos al Espíritu, los caminos por donde hemos de seguir avanzando y peregrinando en los próximos años», concluía.
En un mundo en reestructuración suenan precisas y directas en estos encuentros tenidos en los distintos momentos en el Capítulo, ubicado en Málaga.
En él se encuentran 130 salesianos, directores y delegados de cada Presencia salesiana; también asisten profesores-colaboradores; y, como parece coherente, se ha escuchado la opinión de jóvenes que están participando en actividades en las que está haciendo acto de presencia cada comunidad salesiana.
Hoy, 22 de abril, finaliza este gran encuentro. El optimismo no podrá faltar.
Juan Pérez
Salesiano
